viernes, 24 de enero de 2014

No le diga Cemento llámelo Pego

Mucho se ha hablado de este gobierno “revolucionario”. Muchos han sido los intentos por definirlo, de izquierda o derecha, militaristas, comunista, socialista, chavista y hasta  caudillista. Eventualmente algunos de esos epítetos podrían definirlo en mayor o menor medida, pero realmente luego de analizarlo mucho este gobierno es por encima de todas las cosas un gobierno “cantinflerico” . Ojo y esto no tiene que ver con lo mucho que nos hacen reír las alocuciones de Nicolás y su terrible uso de femeninos, masculinos, comillas, símiles, metáforas y cualquier otra figura lingüística.
No, este gobierno es cantinflerico porque realmente habla mucho y dice poco o en algunas oportunidades no dice nada. Muestra de ellos las incontables e interminables cadenas cuyo mensaje puede ser reducido a 5 minutos pero que el “delivery” del mensaje es de aproximadamente  6 horas. Otra “facultad del gobierno es la de cambiarle el nombre a las cosas sin razón aparente o mejor dicho con la intención de confundir o de defender lo indefendible. Por ejemplo en Venezuela ya no hay reos o presos, ahora solo hay “privados de libertad. De la misma manera ya no existen negros  sino afro-venezolanos.  Tampoco podemos hablar de fraude, en este caso la palabra ofende por igual a gobierno y a oposición. Para el gobierno el sistema electoral es perfecto por lo tanto la palabra fraude no forma parte del léxico revolucionario, pero lo peor es que para la oposición tampoco existe y solo acepta el término “ventajismo electoral”
En materia económica la situación no es diferente, ahora cuando una moneda pierde valor frente a otra se dice que hubo un cambio en el sistema cambiario (lo cual es cierto porque antes te daban mas platica y ahora te dan menos)y nunca una devaluación. Es una lástima, porque ahora sé que Luis Herrera nunca devaluó el Bolívar, en el fulano Viernes Negro allí ocurrió un “tronco” de cambio de sistema cambiario. Luego cuando “el supremo” nos llevo del Bolívar débil al Bolívar fuerte tampoco se devaluó; otro cambiazo cambiario. Me imagino que lo mismo ocurrirá cuando aumenten la gasolina, allí ocurrirá no un aumento sino un justiprecio popular del combustible. Claro las palabras suelen ser incomodas sobre todo cuando no se dice la verdad.
El problema en Venezuela termino siendo semántico. Aquí la gente ya no llama a las cosas por su nombre. Me pregunto ¿como se dirá corrupto en lenguaje revolucionario? ¿Sera Camarada? O ¿prócer revolucionario? La salida a esta pesadilla definitivamente porque la gente empiece a llamar a las cosas por su nombre y se deje maquillar las palabras o como endulzarlas para que no suenen tan mal. Despues de todo y al final del dia devaluación es devaluación y un corrupto es un corrupto asi le llamen como le llamen
Como decía la cuña “No lo llame cemento llámelo Pego”.
La imagen fue tomada de ferrepunto.com muchas gracias!!

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