Mi padre amaba el boxeo. No hay otra manera de
explicar porque me llamo Fulgencio. En 1980 cuando nací el boxeador del momento
era el orgullo de San José de Rio Chico, el gran Fulgencio Obelmejias.
Lamentablemente para mi papá yo no tuve el talento de Obelmejias para el boxeo,
ni el Baudilio para el beisbol, ni siquiera el tamaño de Juan Vicente Tovar
para montar caballos. Todo eso le hubiese encantado a mi padre, verme en la
primera página de Meridiano hubiese sido su mayor orgullo. Tampoco fui buen estudiante, el hecho de
tener que caminar media hora de mi casa
a la escuela puede haber tenido que ver algo con eso, aunque no voy a
poner excusas porque mi hermana Nadia (como la Comaneci) tenía que caminar la
misma distancia y se graduó de ingeniero en la Simón Bolívar con excelentes
notas.
La vida me
hizo albañil y yo decidí ser el mejor entre los mejores. Mis trabajos están
garantizados de por vida. Uso los mejores materiales así me gane un poquito menos. Cada pared que hago es mi lienzo, cada cuarto
es mi obra de arte. Soy un apasionado de mi trabajo, después de todo es lo que
me da la oportunidad de darle a mis hijos las oportunidades y las comodidades
que no tuve. La situación esta difícil, muy difícil la vida nos ha ido
cambiando y lamentablemente no para bien. Conste que yo creí que el Comandante traería
progreso y bienestar para todos y por un momento pensé que la cosa iba para
allá. Lamentablemente el paso del tiempo me dio a entender que los únicos que
resolvieron su vida para siempre fueron los lideres rojitos y los demás, los
que los pusimos en el tope nos volvimos a quedar como la guayabera, por fuera.
No
contentos con enriquecerse y destruir las empresas de las que tantos nos
orgullecíamos como PDVSA, CVG entre otras, acabaron con la empresa privada y
después se han propuestos firmemente acabar con nosotros. Ya el Comandante no
está, no sé si para bien o para mal. Lo que si se es que el sustituto no da la
talla. El hombre el puesto le quedo grande, lo cual no es ningún pecado. El
pecado esta en empecinarse en ejercer un cargo para el cual no se está
preparado. Hay demasiadas cosas en juego, hay enfermos terminales, viejitos,
niños, mujeres, jóvenes cuyas vidas están en juego si el país no toma el rumbo
adecuado. Yo no estudie política, ni economía pero se que tener la inflación
más grande del mundo y uno de los índices de criminalidad más altos no son
razones para estar felices.
En
Venezuela tenemos razones para estar molestos, tenemos razones para protestar.
El colmo del asunto es que no tengamos ese derecho. El colmo es que el gobierno
hable de abuso mediático cuando domina todos los medios masivos de
comunicación. El colmo es que diga que los que protestan se están matando así
mismos. El colmo es que nos crean tan pendejos o peor aun que estén convencidos
que somos tan pendejos. Venezuela cambio, no es la misma de hace dos semanas.
No importa que para los presidentes Latinoamericanos aquí no pase nada. No
importa que Roussef, Santos, Peña Nieto y todos los demás comerciantes de la política
que se dicen llamar “lideres” volteen sus miradas y nos vean con asco. Venezuela
con sus jóvenes, con su pueblo, con su gente está dispuesta a retomar la senda
del progreso y del bien y para ello no necesitamos “asistencia, ni lastima
extranjera” . Soy un albañil, el mejor
de todos, pero además soy Venezolano y estoy tremendamente orgulloso de serlo y
les juro como que me llamo Fulgencio que de esta vamos a salir bien librados…
la foto fue tomada de espndeportes.com muchas gracias
Y lo lamentable es que queremos seguir un modelo economico nefasto. Y no vemos las economias emergentes de la America Latina. Peru, Chile y Clombia. Y nos sometemos a un pais mucho inferior, como lo es Cuba.
ResponderBorrarTodo Esto me hace recorder a los años de conquista de los Españoles, que cambiaban espejos por oro, a nuestros indegenas....Y de verdad asi creo que nos ven otros paises, como indigenas...porque no es posible, que le demos petroleo, por medicos Cubanos.
Todo tiene su final, y espero que el final de este regimen caiga pronto.