martes, 20 de mayo de 2014

Gonzo



Pericos, Enanitos Verdes y Aditus en la Marina Imbuca. No era algo que ocurriera con frecuencia. De allí que allí estaba todo el mundo incluyendo buena parte de mis vecinos, familiares y amigos. A la hora de regresar a los hogares cerca de las tres de la madrugada venia el problema de cómo hacerlo. Los que pudieron agarraban cola, a otros los venían a buscar sus padres y otros entre quienes me incluyo debíamos buscarnos la forma de regresar a casa. En plena agitación por las tres cervezas consumidas y por lo bien que lo estábamos pasando yo me sentí héroe y con la responsabilidad de buscar un carro en mi casa y devolverme a buscar a un grupo de vecinos de mi edificio. Como pude conseguí una cola con unos primos y haciéndole señas y gritándole a mi grupo de amigos les hice saber que volvería por ellos. Al llegar a mi casa tome las llaves del carro de papa y justo cuando me disponía a regresarme a la marina a buscar a los panas se oyó un grito desde el cuarto de mi papa que me paralizó. -¿para donde crees que vas tú? – le oí gritar a mi papa, raudo y veloz fui a su cuarto y le dije que me había comprometido a buscar a los muchachos del edificio que aun estaban en la marina. Mi papa me dijo que yo no volvería a salir, que los muchachos seguro conseguirían la forma de venirse. Yo quería que la tierra me tragara. Además les estoy hablando de la época pre-celulares y no había manera de avisarle a los panas que si sabían contar, que no contaran conmigo porque yo estaba fuera de circulación. No podía dormir y como a las tres horas oí gritos desde abajo, una que otra mentada de madre, un Pancho nos abandonaste, en fin la pandilla estaba molesta conmigo y no podía culparlos por ello, les eche el carro del siglo. Entre el grupo, estaba mi pana Gonzo, no recuerdo si Pablito y varias muchachas que vivían en el edificio para esa época. Todos caminaron por poco más de tres horas en plena madrugada. Al día siguiente o mejor dicho algunas horas después sonó el timbre de la casa, era mi pana Gonzo con cara de trasnochado. Al principio estaba serio pero a los pocos minutos no pudo aguantar la risa y lo que comenzó como un reclamo termino con un bochinche. Así era Gonzo, aun cuando a veces tenía razones para estar molesto su alegría y sus ganas de reírse de la vida eran siempre más fuertes y terminaban por imponerse. Gonzo tenía un corazón muy grande y aun después del gran embarque del concierto de los pericos (lo cual usaba de cuando en cuando para fastidiarme) era el más grande los amigos.
Con Gonzo viví una de las etapas más lindas de mi vida. Fue mi compañero en “Noche de Perros” por Ultra Stereo 104.9. Allí nos divertimos un mundo haciendo nuestros personajes (Agua Tibia Montiel, Chuito Salazar, Morcillas Light) y chalequeando gente por la radio. Allí hacíamos anti-radio o pretendíamos hacerla.  Eso era lo de menos, lo importante fue lo mucho que lo gozamos. Con Gonzo también hicimos la antesala a los juegos de Magallanes en la misma emisora aun siendo el caraquista de armas tomar. Con Gonzo también hice televisión y vivimos la experiencia de ser los padres de Contacto Deportivo por Telecaribe.

 Ayer mi pana Gonzo se nos adelanto, no les voy a negar que lo voy a extrañar y mucho. Rara vez se tiene la suerte de contar con un ser tan desprendido y tan divertido como un amigo tan cercano.  Tuve la suerte de haber descubierto su gran talento para la radio y mejor aun su inmensa calidad como persona.  Hasta Siempre mi Pañita ¡!

1 comentario:

  1. 100% de acuerdo. Una de las personas con mejor actitud ante la vida que he conocido. Una verdadera lastima. Alla lo veremos, algun día....

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