lunes, 25 de junio de 2012

Los Odio pero Voten por Mi


Esta campaña electoral venezolana pareciera estar encaminada a cambiar paradigmas mundiales en materia electoral.  En principio hay dos candidatos, uno realizando una campaña coherente. Visitando y conversando con el país frente a frente, llevando un mensaje de unión y de un futuro posible lleno de seguridad para los venezolanos, educación y oportunidades de surgir, mejores condiciones para los inversionistas e incluso darle rango legal a aquellos programas sociales que están ayudando a los más urgidos sin necesidad de que los sigan humillando poniéndoles condiciones para recibir dichas ayudas.
Por otro lado, el otro candidato encerrado en su palacio, con esporádicas apariciones televisivas hablando de convertirnos en una potencia armamentista, cuya prioridad será lanzar un segundo satélite (como si el primero hubiese servido de algo). El mismo que asevera en comerciales pagados por el ser un Bolívar moderno y estar después de Dios (suponemos que por encima de Jesucristo). El que humilla y ofende a sus adversarios, el cual piensa que con su actitud de vileza gana adeptos. El cual en plena era del desarrollo ecológico de las ciudades, objeta la creación de un pulmón vegetal porque el país precisamente en esa área necesita un circuito de fórmula 1.
Dos visiones de país, dos maneras de concebir el mundo. Una apegada a la realidad y la otra totalmente desconectada de la misma. Esa es la decisión que debemos enfrentar los venezolanos. Definitivamente hay que hacerle ver a aquellos llamados ni-ni. Que esa postura perdió todo sentido cuando las diferencias entre los dos países hipotéticos que podrían desarrollarse a la luz de los resultados del 7 de octubre son tan disimiles.
 No todo es oscuridad en este escenario, el hecho de que al proyecto hegemónico y retrogrado se le este oponiendo un proyecto que quizás no es la panacea pero que definitivamente es infinitamente superior , de alguna manera arroja un rayo de esperanza. Además, el hecho de que estemos presenciando grandes manifestaciones populares de apoyo al candidato opositor, es lo más parecido a la luz al final del túnel que hemos tenido en años. 
No obstante, hay mucho por hacer, cada uno debe comprometerse a seguir trabajando en levantarnos la autoestima como pueblo y que dejemos de sufrir el síndrome de esposa maltratada en el cual debemos calarnos al “bully” que tenemos por marido porque nadie más nos va querer. Podemos y vamos  a tener un país mejor del que tenemos, no hay razones para seguir soportando a un presidente que no solo nos desprecia sino que nos lo hacer saber cada vez que se dirige a nosotros, ojo y no estoy hablando de los opositores, estoy hablando también de sus seguidores a los cuales les miente de forma descarada y los subestima con un lenguaje denigrante y fantasioso a la vez.
Ayer fue la gota que derramo el vaso, ayer el comandante dijo que “Ser Chavista es ser Patriota” dejando entrever que para ser venezolano hay que apoyarlo a él. La brújula roja definitivamente pareciera estar perdida por decir lo menos. Es la primera vez que veo un candidato a algo utilizando agresiones y ofensas como estrategias para conseguir votos. Lo único que falta es que en algún momento en plena cadena presidencial diga “Los odio a todos pero eso si el 7 de octubre voten por mi”. De nosotros depende el país que viene, ustedes dirán.

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