Definitivamente una cosa es emocionarse viendo
una concentración política masiva por tv y otra muy distinta es ser parte de
ella. Yo particularmente he experimentado ambas sensaciones en múltiples
oportunidades. He llorado viendo como un país se expresa en una marcha, en un
mitin, en una concentración y definitivamente también me he emocionado siendo
parte de ellas. La primera vez que marché aun no había salido de la
universidad, fue en aquella célebre “Marcha de los Pendejos” que se realizó en Caracas en Junio de 1989. En
aquella oportunidad artistas, intelectuales y aquello que hoy conocemos como
sociedad civil salió a la calle con un grito “No soy Corrupto, soy un Pendejo”.
En esa oportunidad se podía palpar la emoción de los asistentes sin duda
Venezuela estaba harta del régimen imperante y se vislumbraba un cambio. El
gobierno de turno (CAP y Compañía) se hizo el sordo y lo demás es historia.
Después de eso también fui activo en las
manifestaciones del paro petrolero, el pueblo una vez más le advertía al
gobierno que estaba harto de lo que ocurría y que debía de enmendar la plana y
concentrarse en resolver los problemas que nos ocupaban, en lugar de imponer
una pseudo-agenda política que ni ellos mismos entendían, ni entienden, una vez
mas el gobierno no oyó al pueblo y el país siguió cuesta abajo en su rodada.
El día de ayer casi 23 años después de la
marcha de los pendejos, volví a ser parte de una manifestación política. Esta vez fui al
Boulevard 5 de julio de Barcelona y fui parte de quizás la concentración política
más concurrida jamás hecha en esta ciudad. Fui parte de esa multitud emocionada
y esperanzada, que hambrienta de cambios se lanzo a las calles siguiendo a
Henrique Capriles Radonski . Una vez más fui parte de una concentración de
gente que piensa que hay un camino para sacar a Venezuela del Oscurantismo en
que está sometida, ojo y no solo por los problemas energéticos, sino porque
como país vivimos horas oscuras desde el punto de vista educativo, social,
cultural, moral y pare usted de contar.
7 cuadras del boulevard 5 de julio totalmente llenas,
mas su piquito por aquí y por allá fue una muestra de apoyo contundente para un
candidato que crece cada día no solo desde el punto de vista del apoyo popular
sino en su crecimiento personal como líder político. Ayer note una diferencia
importante entre el Tsunami del Progreso y la Marcha de los pendejos. Este
pueblo ya no es pendejo, este pueblo sabe lo que quiere y sabe que un satélite no
va a resolver su día a día, no va a resolverle la inseguridad, no va acabar con
las iguanas y rabipelaos que los tiene sin energía, no va a evitar que su pudra
comida de PDVAL y después de deje libre a los responsables, un satélite no
lleva comida pa´ la casa y solo sirve para engrandecer el ya bastante grande
ego del Comandante-Presidente.
Ayer después de la concentración un vecino que
anteriormente había sido un fiel seguidor del proceso revolucionario me dijo
convencido “ Que campaña puede hacer un gobierno después de 14 años de mentiras
y promesas incumplidas, esta gente no tiene nada que decir”, el tenia toda la razón,
este pueblo dejo de ser pendejo hace rato y por eso es que Hay un Camino que
ayer se expreso en 7 cuadras del boulevard 5 de julio de Barcelona pero que el
7 de Octubre se va a expresar en una avalancha de votos que ya luce
indetenible.
Las Fotos que ilustran el artículo son mías.
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