En el
Carnaval todo es alegría, baile en la calle de noche, baile en la calle de día…
La canción del Mayimbe retumba de forma poderosa en las cornetas que
musicalizan todo el país. Porque eso es el país al menos desde la visión del
Señor Maduro. Una gran fiesta,
papelillos, serpentinas, traca tracas y globos. Maduro tiene razón el país le encanta disfrutar
el carnaval, pero yo iría mas allá, el país es un carnaval. Y puedo pasarme no
una sino cinco columnas identificando gente que vive disfrazada y como disfraz
me refiero a pretender ser lo que no son. Quizás allí este una de las claves de
todos nuestros males.
Comencemos
por los poderes públicos. Los magistrados del Consejo Nacional Electoral, están
permanentemente disfrazados de “Imparcialidad”. Claro, los disfraces no son
buenos. Pero igual ellos los usan de forma descarada y socarrona. Es más tres
de ellos no solo están disfrazados de imparciales sino que también están
disfrazados de magistrados con periodos vigentes, ya que tres de ellos están jugando
prorroga desde hace bastante rato.
La
defensora del pueblo por su parte se ha esmerado en disfrazarse de Shakira. No
se trata de que se vista y se ponga la melena como la exitosa cantante
colombiana, se trata de que ella se disfraza de estar ciega, sorda y muda
cuando se trata de defender a cualquier ciudadano que no sea militante del PSUV
.
La fiscal
general se disfraza de eficiencia cuando se trata de cuestiones que benefician
e interesan al gobierno. Pero cuando los perjudicados son Venezolanos pero que
no comulgan con ella políticamente se disfraza también de Shakira (por lo visto
un disfraz muy popular).
El
presidente Maduro usa múltiples disfraces, dependiendo la situación los cambia
con facilidad. Generalmente, anda disfrazado de Comandante Chávez, sobre todo
cuando habla en público. A veces se
disfraza de estadista preocupado por la situación del país ( este disfraz es el
menos usado), a veces se viste de Hulk el hombre increíble (insulta, destroza
todo y manda a saquear) y a veces se viste de Cariñosito mezclado con el
pequeño pony (cuando se acuerda que existen las palabras paz y amor).
No se crean
también del lado de la oposición hay disfraces. Hay lideres “opositores” que se disfrazan de opositores aun cuando
dejan ver costuras de estar muy cómodos con el régimen de turno. También hay analistas supuestamente del lado
opositor que se disfrazan de “críticos
objetivos y sesudos” sobre todo para
torpedear cualquier iniciativa medianamente exitosa de la oposición. Hay líderes del pasado que se la dan de recién
llegados a la política y hay lideres “nuevos” mas retrógrados” que cualquiera
de los dinosaurios políticos de los que quieren deslindarse.
En fin
Venezuela, a diferencia de países como Brasil, no celebra el Carnaval,
Venezuela es un carnaval. Algunos andamos más y mejor disfrazados que otros,
pero a fin de cuentas todos tenemos aunque sea un antifaz para poder ser parte
de este bochinche. Un bochinche cada vez más irracional, cada vez mas
incontrolable, un bochinche que va a terminar por dolernos a todos. Baile en la
calle de noche, baile en la calle de dia…
La imagen fue tomada de noticiasaldia.com
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