miércoles, 19 de febrero de 2014

Nunca Seremos Cuba

Ruben Blades está confundido. No lo culpo, parte del mundo también lo está. Es más probablemente si yo no fuera venezolano o no hubiese vivido en Venezuela en parte de estos últimos 15 años probablemente no le daría crédito a lo que oigo o leo que dice la oposición. Si estuviera fuera de Venezuela, me resultaría tremendamente difícil creer tanta maldad, tanta mentira, tanta saña entre compatriotas. A simple vista no es creíble, que en pleno siglo 21 exista un gobierno más centrado en mantenerse en el poder a costa de lo que sea incluso a costa de la vida de las personas a las cuales debe servir que a gobernar.
Esa es la historia del Chavismo, un gobierno, un régimen, una estructura totalitaria tremendamente bien engrasada y dirigida a permanecer en el poder, pero que a la vez no tiene idea de cómo encausar todo ese poder para el bienestar colectivo. El poder por el simple hecho de detentarlo, de llenarse de dinero, de materializar el sueño ya caduco de un par de ancianos caribeños con delirios de cesares romanos. Que decidieron no solo que esta parte del mundo les pertenece, también decidieron que mientras vivan su norte será la humillación de sus compatriotas y hasta vecinos.
Vaya que han pasado cosas en Venezuela en estos últimos 15 años y lo peor es que siempre tenemos la sensación que las cosas pueden estar peor. El problema dejo de ser tus recursos económicos, tus bienes o los lujitos que podías darte de vez en cuando, eso está enterrado. El problema dejo de ser tu capacidad de superación y de emprender actividades productivas a lo largo de tu vida, eso también está enterrado. Es más el problema ya está dejando de ser las necesidades básicas o primarias, están tremendamente limitadas y van en camino a estarlo aun mas. El problema ya es el respeto y el amor propio. Este gobierno está trabajando con todas sus fuerzas para pisarnos, para humillarnos, para hacernos sentir como la peor gente del mundo. Están trabajando para que nos odiemos los unos a los otros, para que disfrutemos como victorias los fracasos ajenos. Esa es la esencia del chavismo, el divide, destruye y vencerás es su consigna aunque ellos insistan en el patria, socialismo o muerte.
El problema es que están siendo exitosos. La siembra de mezquindad rindió frutos al ahora comandante eterno y sigue siendo cosechada por su tétrico  delfín. La idea no es novedosa, pero es efectiva. Ya la receta ha sido probada con éxito en suelo cubano. Allí mas que en cualquier otra parte del mundo el hombre es lobo del hombre. Las familias se hunden entre ellos para alcanzar prebendas tan importantes como tener más jabón de baño o comerse un bistecito encebollado. En eso quieren convertirnos, ese es el sueño de Castro, morirse con Latinoamérica a sus pies y allí están Maduro, Diosdado y el sequito de venezolanos que decidieron seguirle el juego, aun a costa de la humillación de su propia nación.

Sin embargo, les tengo noticias. Aunque conociendo la sabiduría de Fidel, ya este se debe haber dado cuenta que Venezuela no se parece a Cuba y muestra de ello son los últimos acontecimientos vividos en el país. Los estudiantes venezolanos se han convertido en la punta de lanza de un país que no va a tolerar que Venezuela sea una segunda Cuba. No se cuando se produzca un cambio en el gobierno, probablemente Maduro termine su periodo o salga pasado mañana. Lo que si estoy seguro es que mas temprano que tarde esta comedia de traidores y cayaperos va a terminar. Ya Venezuela dijo que no se cala esta receta cubiche y que es cuestión de tiempo para que como el Ave Fenix este país se vuelva a levantar de los escombros en que la están dejando esta pseudo-revolucion para convertirse en el país posible, ese con el que los buenos venezolanos ( que somos casi todos) soñamos. Venezuela nunca será Cuba, óiganlo bien Nunca Sera Cuba.

La imagen fue tomada de elnacional.com muchas gracias

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