Soy venezolano y estoy orgulloso de serlo. Creo que tenemos muchísimas cualidades como pueblo. Siendo nuestro sentido del humor y sobretodo nuestra capacidad de reírnos de nosotros mismos incluso en las peores circunstancias dos de las características que mas nos identifican. También admiro la capacidad de mi pueblo de ayudar al caído en desgracia, aun cuando para hacerlo tengamos que quitarnos el pan de la boca. Así es el venezolano, al menos así éramos en la Venezuela en que crecí.
Muchas veces hemos dado muestras de magnanimidad y le hemos dado segundas y hasta terceras oportunidades a personajes de toda índole aun cuando tenemos la certeza que no las merecen. Hoy nuestra identidad como pueblo es puesta a prueba nuevamente, así como nuestra capacidad de apoyar al que sufre independientemente que esta persona nos haya causado directa o indirectamente dolor y angustia.
En el día de ayer corroboramos que los rumores que existían en relación a la salud del Comandante Presidente eran ciertos. El mismo admitió que fue operado de un tumor cancerigeno y que esta en tratamiento para combatir esta enfermedad en la Isla de Cuba. Esta declaración causo todo tipo de reacciones y eso era de esperarse en medio de un país polarizado en extremo donde el Presidente es odiado o idolatrado sin aparentes términos medios.
Como humano que soy, entiendo la diversidad de opiniones, entiendo que alguien que perdió su trabajo, sus propiedades y hasta seres queridos en medio del fragor de la lucha política, puedan sentirse aliviados por la noticia, así como también entiendo la tristeza de los seguidores y fanáticos. Sin embargo, creo que como país tenemos enfrente de nosotros una oportunidad inmensa de darle una lección no solo al Comandante presidente y a los hermanos venezolanos que lo apoyan, sino al resto del mundo. Pienso que debemos demostrar que como pueblo estamos dispuestos a apoyar y desear pronta recuperación a un compatriota venezolano caído en desgracia, independientemente que este nos haya ofendido, maltratado y se haya hasta burlado de nosotros. Allí estaríamos dando una muestra de grandeza y gallardía tremenda y seria a la vez una oportunidad brillante para unir nuevamente al país. Un país que nunca ha debido separarse y muchísimo menos por razones políticas.
Entiendo que mucha gente diga que no podemos tener buenos deseos y gestos con alguien que nos ha atacado como sociedad de forma permanente y que esta dispuesto a todo por mantenerse en el poder. Yo no estoy de acuerdo, yo creo que precisamente porque no somos iguales al comandante presidente es que debemos hacerle ver que el hecho de ser rivales políticos y defender ideologías diferentes no nos hace enemigos, a ver si de esa forma accede a darle un trato digno a aquellos compatriotas que han sufrido todo tipo de inclemencias por el simple hecho de pensar distinto. Solo me queda decir Pa’lante Comandante, mejórese, de corazón lo deseo.
En el 2012 el pueblo venezolano lo quiere ver como líder de las fuerzas rojas y en mi caso personal lo quiero ver perdiendo las elecciones ante el que espero sea el representante de una Venezuela diferente, aquella en la que cabemos todos sin colores ni banderas que nos dividan.
La imagen que ilustra este articulo es cortesia de tiwy.com
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