domingo, 21 de octubre de 2012

Ahora Soy Radical



Me resulta curioso todas las etiquetas que he ido acumulando en los últimos años. Algunas merecidas, otras creo que no tanto. Yo me consideraba Venezolano, Caraqueño de nacimiento y Oriental por adopción.  Magallanero, cule , de los Tigres de Detroit y de los Vikingos de Minnesota si hablamos de equipos deportivos. Amante del buen cine, especialmente del Latinoamericano, la buena radio y del Rock en español. También me considero católico, ferviente devoto de la Virgen del Valle. En el plano gastronómico como hasta piedras pero mi debilidad es la comida árabe, hasta aquí todo clarito.
            En política nunca he militado en partido alguno salvo en Acción Democrática donde por dos días fui secretario de profesionales y técnicos del Municipio Sotillo por allá en la época del paro petrolero. Siendo mi carrera tan meteórica como breve ya que a los dos días de asumir mis funciones y aun sin haber formalizado ni la inscripción en el partido ni haber sido confirmado en el cargo decidí desincorporarme fundamentalmente por mi desarraigo ideológico y porque no me destrozaran el Festiva que tenia en esa época y que se transformo en un autobús  trayendo y llevando gente a reuniones del partido. Entendí que mas que un político necesitaban un chofer y con un carro mas grande y resistente.
             A pesar de no haber militado en política, siempre he tenido ideas muy definidas sobre lo que me gustaría para mi país y es por eso precisamente por lo que creo que jamás he ganado una elección como votante al menos presidencial que yo recuerde. No vote por Eduardo Fernández porque tenia 17 años, pero el Tigre era mi candidato, Tampoco vote por Caldera, lo hice por Oswaldo Alvarez Paz. Tampoco lo he hecho por Chavez en ninguna de sus victorias, siempre apostando a un camino distinto a la revolución bolivariana, sin éxito alguno. Precisamente, el hecho de no apoyar a Chávez me ha hecho acreedor de múltiples epítetos  comenzando por Escualido, Pitiyankee, Apatrida, pasando recientemente a Majunche. Todas esas etiquetas no me molestan sobretodo porque vienen de un adversario que me desprecia y por ende sus opiniones carecen de importancia.
            Ahora bien a raíz de mi postura una vez conocido los resultados de las pasadas elecciones del 7 de octubre me acabo de ganar un nuevo epíteto, con la diferencia que este viene de gente con la que tengo afinidad política y en teoría debería importarme lo que piensan de mi. Ahora soy radical, fundamentalmente por decir lo que es un secreto a voces, lo que todo el mundo sabe y por cuestiones de inmediatismo electoral hay que meter bajo la alfombra. Soy radical porque pienso y se que las elecciones pasadas fueron tremendamente desiguales y fraudulentas y que por ordenes de la dirigencia hay que aceptar y mas allá de eso expresar nuestra satisfacción con la actuación del Consejo Nacional Electoral por brindarnos las elecciones mas transparentes del mundo. Soy radical porque pienso que las cosas pudieron hacerse diferente y porque se debe confiar en el electorado hablándoles claro sobre lo cuesta arriba que es ir a elecciones en Venezuela con las condiciones actuales solo por temer conservar las migajas de poder que el gobierno quiera compartir siempre y cuando no se comprometa la verdadera estructura de poder que esta blindada de verdad verdad y no como supuestamente estaba blindada la defensa de las condiciones electorales de la oposición en los comicios pasados. Ahora soy radical, y ya me estoy acostumbrado a la etiqueta. El tiempo seguirá dictando la pauta sobre quien tiene la razón y créanme yo sere la persona mas satisfecha del mundo si al final estoy equivocado.
             

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