Por allá
por el año 82 tuve la oportunidad de ver una película de terror (quizás no muy
apropiada para un niño de 11 años) llamada “El Ente”. La película era
protagonizada por Barbara Hershey y según recuerdo era basada en una historia
de la vida real. En la película una mujer era abusada sexualmente por un
fantasma (El Ente), que la violaba y golpeaba a placer sin que esta pudiera
defenderse. La película generaba entre otras cosas una terrible impotencia de
ver como esta mujer debía soportar los ataques de algo que no podía enfrentar,
que sin duda era más fuerte que ella y que la sometía de forma impune incluso
ante los ojos de terceras personas que nada podían hacer para evitar los
ataques.
En días pasados
esta película volvió a mi mente, Venezuela está viviendo algo similar a lo que vivió
“Carla Moran” (nombre del personaje) en “El Ente”. A veces tengo la sensación que
Venezuela es atacada de forma impune por una entidad extraña, que nos golpea y
maltrata por todos lados sin que podamos defendernos. Este “Ente” que nos
agobia además pareciera estar apoyado por aquellos que de alguna manera podrían
ayudar a enfrentarlo. A diferencia del ente de la película este no es
invisible, sin embargo, mucha gente pareciera no verlo quizás porque no puede
pero lo más probable es porque no quiere.
Hablando de
entes, no podemos dejar pasar el caso del Comandante Presidente. Este dejo de
convertirse en un Presidente presencial (quizás demasiado), para convertirse en
un ser etéreo. Que no vemos, no oímos, no sabemos donde esta e incluso si esta.
Pero que firma, toma decisiones, da discursos en cartas, nombra cancilleres de
forma milagrosa pero lamentablemente no tiene la capacidad de tomar el
auricular de un teléfono y articular un simple “Venezuela estoy vivo y coleando”.
La situación
de Venezuela ha llegado al punto que la misma dirigencia opositora ha decidido
ignorar al “Ente” y todo lo que este hace. Quizás no quieren pasar por locos y
ser los únicos que ven los desastres que este ente le está causando al país.
Recuerdo una escena de la película donde Carla Moran , la victima de los
ataques del ente, pretendía que nada estaba pasando en el mismo momento que los
ataques ocurrían. Quizás esa es la nueva estrategia de la oposición. Ignorar
las violaciones y los ataques del ente, quizás de esta manera sintiéndose ignorado,
deje de conseguirle sentido al constante abuso al que somete al país y nos deje
en paz.
Al final de
la película, los ataques de “El Ente” bajaron de intensidad pero no
desaparecieron. Siempre pensé en la inocencia de mis 11 años que quizás los ataques no bajaron de
intensidad, sino que Carla Moran se acostumbro a los mismos y aprendió a vivir
con ellos. ¿Le estará pasando lo mismo a Venezuela? Quizás después de 14 años
de ataques reiterados e inclementes violaciones,
llego el momento de acostumbrarse a vivir con ellas y quizás en un momento
determinado pensemos que nuestro ente después de todo no es tan malo y que sus
ataques no son tan fieros. Perdon, quizás también ocurrió.
La foto es cortesia de enigmasylugaresmisteriosos.blogspot.com muchas gracias
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