Amores Perros y Babel tienen en común la complejidad de tramas paralelas que se juntan en un momento determinado y que muestran como situaciones aisladas pueden entrelazarse y convertir a perfectos extraños en compañeros de triunfos o de desgracias. Ambas también tienen en común la presencia de Alejandro Gonzalez Iñarritu como director y padre de ambos proyectos. Las dos películas las disfrute enormemente y esto me llevo a asumir la tarea de ver Biutiful, la ultima película del realizador manito que además del pergamino del director venia impulsada por la nominación al Oscar como mejor actor de uno de mis favoritos, el canario Javier Bardem.
Debo reconocer que sentí un poco de dudas sobre si ir a ver la película o no, después de leer la sinopsis. Una cosa es que tus amigos te digan que la película es bastante deprimente y otra cosa es que te deprimes de solo leer las tres líneas que tratan de venderte el film. No obstante, me decidí a ir asumiendo los riesgos y no con uno sino dos pañuelos en el bolsillo. La sinopsis definitivamente le hizo justicia a la película. La trama es oscura y el ambiente es denso y triste. Incluso en las escasas oportunidades en que alguien se ríe se nota una tristeza profunda en sus miradas. La película comienza con un personaje sumido en una situación terrible y desde el primer momento hay prácticamente la certeza de que se van a poner peor y peor y así ocurre. Puedo decir sin temor a equivocarme que no soy un fanático de los finales felices y me disgusta mucho cuando alguna película saca finales felices de donde no los hay. Sin embargo “Biutiful” necesitaba un milagro o un dejo de esperanza por la salud mental de los espectadores.
A pesar de lo tremendamente triste y negativa de la trama debemos reconocer que “Biutiful” esta llena de amor, si aun cuando la vida te llena de razones para llorar puede haber amor y es lo que existe entre Uxbal (el protagonista) y sus hijos que son su adoración y las únicas dos razones que le permiten al protagonista seguir adelante. La trama es coherente (demasiado diría yo) y el ritmo de la película por momentos se hace demasiado lento.
La actuación de Javier Bardem es soberbia, trasmite tristeza y una profunda preocupación durante toda la película. En muchas oportunidades no necesita diálogos para expresar sus angustias, definitivamente es uno de los grandes del cine moderno. También hay sorpresas como el pequeño que hace de hijo de Uxbal y como Maricel Alvarez quien definitivamente recrea la muy complicada Marambra de forma remarcable.
La factura de “Biutiful” no esta en discusión pero definitivamente de poder devolver el tiempo probablemente no la iría a ver. El cine es una de mis vías de escape y procuro no ir a ver películas que sobrecarguen aun más lo complicada de nuestras vidas. Si es un fan de Bardem o un fan de Gonzáles Iñarritu probablemente le guste la película pero igual no creo que la disfrute, no creo que nadie pueda disfrutar “Biutiful”
2 cotufas/4 cotufas
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