En días pasados leí una entrevista publicada en el diario El Tiempo de Puerto la Cruz a José Díaz “Joselo”. En la misma, el comediante venezolano declaraba su amor infinito por el Comandante Presidente venezolano y el proceso político que este lidera. En este sentido no hay nada que objetar respeto el derecho de cada ciudadano venezolano a expresar sus inclinaciones políticas con libertad sin temor a ser juzgado u ofendido por mostrar esas preferencias.
Sin embargo, Joselo no es un ciudadano cualquiera. Joselo es y será recordado como uno de los grandes de la comedia venezolana. Joselo dominó absolutamente al menos dos décadas de la televisión venezolana (a lo mejor mas) con personajes que triunfaban porque representaban de forma directa al venezolano común. Joselo era Venezuela, de la misma forma como lo es la harina pan, la frescolita y Un Solo Pueblo. Recuerdo haber crecido riéndome de El recogidito, los mendigos, Canuto y sobretodo de mi personaje favorito el Dr. Protocolo Esparragoza, aquel alcohólico que renegaba de ese “liquido pecaminoso” para después acabar con las fiestas o recepciones con sus impertinencias y disparates.
Los años pasaron y el brillo de la fama de Joselo se opaco para dar paso a nuevas generaciones, no necesariamente mejores pero que ocuparon o pretendieron ocupar los espacios humorísticos del país. Joselo se mantuvo al margen de la palestra hasta que reapareció en un nuevo rol, esta vez no como artista sino como dirigente político y acérrimo seguidor del comandante presidente. Con este nuevo rol, Joselo olvido que el
era Venezuela, y comenzó a atacar a aquellos que no apoyaban al proceso chavista y a renegar de todo lo que ocurrió en aquellos años en los cuales el pasó de ser una persona tremendamente humilde a ser quizás la estrella mas brillante en el firmamento del espectáculo venezolano.
A veces pienso que esta nueva faceta de Joselo es quizás el mejor personaje que el cómico haya hecho y que se ríe de nosotros cuando esta fuera de las cámaras al ver como reacciona la gente ante sus afirmaciones y apoyo exagerado al gobierno de turno. Puede ser otro Protocolo Esparragoza que luego de pretender odiar ese maldito liquido pecaminoso, se desvive por el y caminaba con dos vasos de whisky en las manos. En todo caso, haga lo que haga y diga lo que diga, Joselo seguirá siendo al menos para mi , uno de los artistas venezolanos de mas grato recuerdo, después de todo nunca tendré forma de pagarle lo mucho que me hizo reír.
La imagen que ilustra este articulo fue tomada de salvavinilo.com muchas gracias. Los dejo con un video homenaje realizado por Venevision para El Comico de Venezuela.
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