viernes, 20 de abril de 2012

5 Años Perdidos


Hay momentos en la vida en los que la reflexión se impone. Algunas veces estos momentos llegan por satisfacciones, en algunos casos por tristezas y en muchos otros por decepciones. Particularmente en mi vida los momentos de reflexión son mas frecuentes en las derrotas que en las victorias y es que yo cuando pierdo generalmente aprendo mas que cuando gano. Quizás por lo competitivo de mi forma de ser y lo mucho que detesto cuando las cosas no se dan como quiero.
Quizás este pecando de egoísta, pero las recientes declaraciones del Ex-magistrado Eladio Aponte Aponte me han herido como venezolano y como parte de un colectivo que ha sido humillado y ultrajado por un grupo de bribones disfrazados de justicieros sociales. Pero digo que estoy siendo egoísta porque realmente no he dejado de pensar en como me afectaron las confesiones de semejante “prócer” desde mi perspectiva personal, sobretodo considerando que aunque sea desde el punto de visto formal debo considerar a este “ciudadano” como un colega abogado.
Resultaba difícil procesar mientras veía la entrevista que un individuo tuviera las cachazas de asumir con su cara lavada, todas las atrocidades cometidas en el ejercicio de sus funciones y tuviera el tupe de decir que ahora iba a luchar por defender la justicia. Mas incomprensible resulta entender como este tipo carente de valores, de conocimiento y hasta de léxico pudo tener una carrera meteórica que lo llevo hasta la presidencia de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia. Internamente pensaba que el primer preso debería ser el individuo que postulo a Aponte Aponte a ocupar cualquier cargo, es mas si vamos mas allá el primer irresponsable fue el que le otorgo el titulo de abogado al susodicho “jurista”.
Siento pena, y ojo no es pena ajena, es pena propia por haberme formado como abogado en una cátedra de derecho venezolana probablemente muy parecida a la que formo profesionalmente a Eladio Aponte Aponte y no solo a el sino a la cantidad de abogados que forman parte de esa macoya jurídica que ha terminado de hundir a una profesión que ya de por si no era bien vista pero que ahora se ha convertido en una absoluta vergüenza.
Entiendo que estoy generalizando y que hay también mucho profesional noble que cree y trabaja por la justicia con base a lo aprendido en las aulas y no en los albañales de donde salieron abogados como Aponte Aponte. Lamentablemente parecieran haber sido excluidos del sistema judicial venezolano. Disculpen si estoy ofendiendo a aquellos que pueden mantener su frente en alto como profesionales de calidad y honradez, en todo caso no deben sentirse aludidos. Come les dije la vergüenza y la desazón es propia y parte de la culpa de que estos pseudos profesionales del derecho asumieran posiciones importantes radican en que gente como yo decidió dejar de ejercer como abogado dejando espacios abiertos para que gente sin escrúpulos se adueñara de la voluntad de la dama ciega. Hoy mas que nunca pienso que perdí 5 años en la universidad, no porque no haya aprendido nada, al contrario aprendí mucho y de los mejores, pero que valor puede tener el conocimiento jurídico cuando las decisiones son tomadas con criterios basados en la bajeza y la ignorancia. Cinco años perdidos…

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