miércoles, 12 de enero de 2011

Germania (Parte Final)

Esta la segunda y ultima parte del escrito dedicado a Germania, de no haber leido la primera parte los invito a revisar mi post del dia de ayer.

Germania

A pesar de lo dicho seria mezquino conmigo mismo establecer que no hice el más mínimo esfuerzo en llamar su atención. De hecho creo que si los hice, claro esta ninguno de ellos lo suficientemente importante para que ella se diera cuenta de mis intenciones (al menos eso creo yo). Me quiero referir particularmente a dos episodios que recuerdo con bastante claridad a pesar de los años transcurridos. El primero de ellos más que un episodio fue un día completo. El día del último examen de la carrera que estudiamos, hubo una gran celebración que comenzaba desde el mismo momento en que cada uno de mis compañeros cruzaba la puerta del salón de clases dejando atrás no solo un examen, sino el hecho de haber culminado 5 años de carrera.

Evidentemente todos estábamos borrachos de euforia en ese momento después estaríamos literalmente borrachos. El punto es que entre chapuzones de cerveza y champaña, más brindis por aquí y felicitaciones por allá. Nos entregamos todos a un festín donde nos confundíamos sin excepción (incluso gente que tratábamos poco o no tratábamos). De toda esa celebración recuerdo solo dos cosas a pesar de la importancia que pudiera tener en mi vida ese momento. La primera y menos importante fue un abrazo extremadamente violento entre un compañero de clases y yo que dejo como saldo la nariz rota de mi compañero de estudio y el segundo y mas importante fue el abrazo que le di o me dio o nos dimos Germania y yo. Es realmente difícil saber que tan largo fue solo se que sentí durante el abrazo que el mundo se paralizo, la atronadora samba callo y que bien habían valido la pena los 5 años de estudio solo por ese momento.

Pero el asunto no termina allí, luego de dejar la universidad fuimos a casa de una compañera de clases a la cual conocía básicamente por sentarse delante de mi en los exámenes donde nos acomodamos por orden alfabético y eso definitivamente siempre crea un vinculo de cierta complicidad así fuera para quejarnos sobre lo difícil o largo del examen. En esa fiesta por cierto recibí creo que el único galardón que recibí en mis 5 años en la Universidad. El de pareja del año creo que porque realmente era el único que tuvo novia dentro del mismo salón y durante todo el año.  Toda una proeza. Germania por supuesto estaba en la celebración y aun cuando yo compartía con todos era difícil disimular que estaba supremamente pendiente de ella.

El punto culminante y que recuerdo aun a pesar de la cantidad de alcohol ingerida fue el hecho de que ese día quizás producto de la misma euforia o del alcohol estaba avanzando significativamente en mi acercamiento hacia Germania. Al extremo que cuando los amigos con los que andaba decidieron irse, yo les dije que me quedaba. Y eso causo malestar en la co-ganadora del premio de la pareja del año, quien entre manipulaciones sentimentales y la ayuda de mi amigo Eutiquio me llevaron a rastras de la fiesta no sin antes acercarme a Germania en un descuido y cerciorarme que ella iba a estar presente en una fiesta que ese mismo día iba a celebrar el turno nocturno de la universidad. Ella me dijo que si que seguramente nos veríamos allá y de alguna manera eso me dio animo para partir con la esperanza de verla de nuevo esa misma noche. Eso no paso, supongo que su parranda tomo otro giro y mis planes de ataque se deshicieron.

El otro momento culminante fue el acto de graduación. Germania por supuesto estaba lindísima, por casualidades del destino. A ella le toco sentarse justo en el asiento que estaba detrás del mío. Al momento de lanzar los birretes al aire solo pude pensar en voltearme y abrazar una vez mas y quizás por ultima vez (al menos hasta ahora ha sido así) a la bellísima Germania Baralt. Lo mas cumbre del asunto es que ese abrazo si quedo registrado en algún lugar. Efectivamente, la película del acto de graduación que yace en una cinta del fallecido formato de vhs que atesore por mucho tiempo y que debe estar perdida en una de las múltiples cajas de la mudanza temporal que deje en casa de mi mama supuestamente por 2 años 6 años atrás. Allí me despedí de Germania tal y como lo hice de casi todos mis compañeros de promoción con la promesa de mantenernos en contacto permanente.

Por supuesto nunca mas volví a saber de la mayoría de ellos incluso de Germania. A la cual siempre buscaba con la mirada en algunos de los muchos viajes que por motivos de trabajo tuve que realizar al llano venezolano. Siempre que iba a un tribunal, registro o agencia del gobierno pensaba en que el destino me premiaría con un encuentro inesperado (no para mi) con Germania. Eso nunca paso. Los años transcurrieron y Germania quedo por mucho tiempo encerrada en ese sitio de nuestra mente donde guardamos con celos los recuerdos bonitos a los que recurrimos a veces de forma conciente y a veces no tanto y que permite evadirnos de la realidad cuando decidimos hacer turismo hacia el pasado visitando parajes y personajes de nuestra vida que nos hacen sentir bien.

Allí probablemente se hubiese quedado Germania Baralt o mejor dicho su recuerdo de no haber sido por las famosas redes sociales que llegaron hace unos años para cambiar nuestra concepción del mundo y removerle los recuerdos a mas de uno por allí. Como trajo del pasado mucha gente olvidada algunos con toda la intención del mundo. Este vínculo global trajo a Germania de vuelta al presente, mas hermosa que nunca lo cual no me sorprendió, pero si el hecho que mantuviera en su mirada esa mezcla de picardía y ternura que hace a cualquier perder la razón. Desde entonces no voy a decir que no he dejado de pensar en ella, lo trepidante de nuestras vidas sumado a la cantidad de sombreros que debo colocar sobre mi cabeza cada día para cumplir con todos mis deberes hace eso imposible, pero si puedo decir que ya salio del baúl de los buenos recuerdos y esta en el presente lleno de posibilidades lejanas, lejanísimas diría yo pero posibilidades al fin.


Creo que estoy alargando este escrito en demasía. Probablemente es porque al terminarlo comenzara el calvario de definir si se lo envío a Germania o no. Decisión creo que debería estar tomada en alguna parte de mi cerebro porque no me creo capaz al menos concientemente de escribir algo dirigido a alguien con tanta intencionalidad para después no mandarlo, pero así soy yo a veces un poco contradictorio. Quizás no hace falta mandarlo a ninguna parte porque realmente esto lo escribí para mí, para darle forma a una serie de ideas y pensamientos que estaban en mí y que yo sentía debían ser organizados de alguna manera. Si el destinatario soy yo el mandado esta hecho, pero por otro lado si algo no he sido yo en la vida ha sido egoísta y pienso que Germania podría al menos divertirse un poco leyendo estas tres líneas. Ojala que cuando esto le llegue, si esta teniendo un día desabrido, este se le convierta en uno lleno de colores. Quizás de esa forma pueda pagarle así sea un poquito las muchas veces que me hizo sonreír.
Las flores cortesia de pasarlascanutas.com gracias

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