En mi último artículo hable de un “colapso rojo”. “Colapso” podría ser
la única palabra que podría definir a un país donde las cárceles están
convertidas en un infierno, los puentes se caen, lugares quedan incomunicados,
los ríos crecen y se llevan pueblos y para colmo de males la refinería insignia
se incendia, estalla y tiñe de luto una vez más a un país que no debe
resignarse a ir de tragedia en tragedia. Me falto decir que todo lo anterior
ocurre de forma casi paralela, definitivamente un colapso.
Casualidad, accidente, sabotajes, mala suerte,
mal de ojo, malas intenciones, las razones aducidas por los gobernantes para
semejante caos va a variar aunque siempre tendrán un factor común. En todos los
casos antes mencionados la culpa siempre es de otro. El gobierno rojo es
diligente, es responsable, es eficiente, es trabajador pero no puede evitar
ninguno de los males que acechan al país y mas aun pareciera nunca tener
capacidad de respuestas para solucionar los problemas, aunque debemos admitir
su capacidad para crear teorías conspirativas en su contra y para crear
coartadas creativas sobre a quién echarle la culpa de todo lo que ocurre, en
esto ultimo son unas estrellas.
La tragedia de Amuay se verifico y a ciencia
cierta a estas alturas nadie científicamente puede determinar con exactitud las
causas de semejante tragedia. Pero por allí comienzan a tejerse conjeturas.
Desde el lado del gobierno ya es un hecho que ellos no tienen ninguna
responsabilidad, por lo que he escuchado de voceros oficiales la refinería de
Amuay estaba en perfectas condiciones, perfectamente mantenida, no había olor a
gas, todo estaba sobre ruedas (solo les falto decir que no ha habido ninguna explosión
y que es una alucinación colectiva) y de repente kaboom explotó Amuay.
Partiendo de que el gobierno no tiene ninguna responsabilidad, los
responsables pasan a ser los sospechosos habituales, léase la oposición. ¿Por
qué la oposición? Bueno pueden ser culpables de sabotaje, pueden ser culpables
por el paro petrolero que obligo al presidente a poner la industria en manos
inexpertas a los cuales no ha podido preparar en 10 años, e incluso la oposición
puede ser responsable por desearle mal al gobierno y por eso ocurrió la
tragedia.
Pero no todo queda allí, 30 horas después de la
tragedia, bañadito, entalcadito y maquillado se aparece el
comandante en el área de la tragedia. No dudamos que estuviera compungido, ¿Quién
podría no estarlo ante tanto dolor y destrucción? El problema esta en que luego
de estar desaparecido el máximo líder como siempre en momentos difíciles, se
aparece y en sus primeras declaraciones, afirma que “la función debe continuar”.
¿Función? , al principio el comentario me pareció inapropiado, un minuto después
me pareció terrible pero luego de analizar con frialdad me parece que el
Comandante nunca había hecho una declaración mas sincera. El show de terror en
el que se ha convertido su gobierno debe continuar. El país debe seguir en
manos de “gerentes” incapaces, o mejor dicho capaces de provocar cualquier
desastre con sus equivocaciones constantes. El show de mentiras perennes y
consuetudinarias también debe continuar. Todo esto aderezado con las voces Hany
Kauan, los Cadillacs y Omar Enrique. La revolución colapsó y si el próximo 7 de octubre no logramos el
objetivo de cambiar de gobierno. Venezuela seguirá bailando al ritmo de la
conga rumbo al desastre total, que siga la función pues…
la imagen fue tomada de rctv.net muchas gracias!!