domingo, 8 de mayo de 2011

A Mamá

Mi artículo de hoy no tiene ninguna connotación económica, ni mucho menos sexual. Esta hecho con todo el amor del mundo a todas las madres en su día. De allí que se lo dedique a la madre trabajadora, a la ama de casa, a la madre soltera, a la madre que es padre, a la madre luchadora, a la consentidora, a aquellas que no se rinden, a aquellas que hacen magia para sacar adelante a sus hijos, a la madre abnegada, a la madre antiparabólica, a la moderna, a la tradicional,  a las de vanguardia, a las de bonita retaguardia, a la madre exigente, a la inquisidora, a la que se desvela cuando no llegas y a la que se duerme hasta parada, en fin a todas las madres incluyendo por supuesto a mi mamá y a las mamacitas ricas.
            Ser madre no es solo uno de los ejercicios más importantes y trascendentales que una persona puede asumir en la vida, es a la vez uno de los más sacrificados y no siempre bien recompensados. Sin embargo, cuando se habla de madres de verdad las recompensas van a un segundo plano, de hecho la mayor satisfacción en esencia es ver crecer a los hijos y que estos se desarrollen lo mejor posible con la esperanza que sean gente de bien. Si eso es todo, y con eso se sienten plenamente pagadas. Ser madre es sin duda alguna sinónimo de desprendimiento y de humildad.
            Cuando se es madre la frase “amor desinteresado” adquiere su verdadera dimensión, porque hay que ver los hijos que se gastan y se calan algunas sin mayor reparo, es mas los quieren y apoyan. Al mismo tiempo siempre he sentido particular admiración por la forma en que las madres aman a sus hijos por igual (bueno la mayoría) dándoles a cada uno la atención y el afecto que necesitan para crecer.
            Esto no es un homenaje, ni un reconocimiento, seria muy ambicioso de mi parte, además entiendo que las madres no los piden ni los necesitan para madrugar cada día y hacernos la vida mas fácil dentro de sus posibilidades.  Es solo mi humilde forma de decirles que como hijo valoro y aprecio mucho lo que hacen y también lo que a veces deben dejar de hacer poniendo sus vidas en un segundo o tercer plano para simplificarnos la nuestra. Madres, un día es nada para homenajearlas, ojala algún día entendamos que nuestro agradecimiento debe ser una tarea continuo y que aun así siempre estaremos en deuda con ustedes. Un abrazo grande a Fanny (mi mami), mi abuelita Doris, a mis tías, a mis hermanas, a mi madrina Nena hoy y siempre!!
                       
La imagen que ilustra este post es cortesia de flickr.com, muchas gracias!!

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