viernes, 3 de febrero de 2012

MIO


Mi hijo tiene 12 años y no tiene hermanos. Siempre fue una preocupación para mi luchar contra el estigma de ser hijo único. En la manera de lo posible trate de que no sintiera que todo le pertenecía y giraba alrededor de el, que era un niño como cualquier otro y que tenia que compartir no solo cosas materiales sino tiempo y atención con las personas que le rodeábamos. El tiempo ha pasado y si algo no tiene mi hijo es ese afán de acaparar cosas y de sentirse el centro del universo. Al menos así es hasta ahora y tocó  madera para que así siga siendo.
Lamentablemente no todos los padres han hecho el mismo trabajo y puede señalar al menos un caso especifico de un niño que seguramente fue criado para ser el dueño de todo, de apoderarse de un país sin siquiera sonrojarse, aun cuando no tenga ni siquiera como excusa el ser hijo único.
El sujeto en cuestión llego al ejercicio del poder siendo siempre el líder fundamental de sus movimientos y partidos políticos. Una vez ungido como presidente por sus compatriotas pidió una asamblea constituyente para “refundar la republica” y darle fuerza a su visión de lo que debía ser la nación. Esto por supuesto le fue concedido.
Después tomo el control absoluto de los poderes del estado que dejaron de servir como contrapesos del poder ejecutivo y se convirtieron en simples apéndices del mismo dispuestos bendecir lo que sea que se le ocurriere al “Líder Supremo”. En lo que pudo tomó  control absoluto de las empresas del estado, incluyendo la empresa petrolera la que genera casi de forma absoluta los ingresos del país. Luego de esto comenzó a apoderarse de todas las fuerzas productivas del mismo.
En este sentido hay dos opciones, o someterse de rodillas a su poder  magnánimo o simplemente te era expropiado la industria o el bien en cuestión. El líder siguió con su desaforado apetito apoderándose de todo lo que existía en el país, recursos naturales renovables o no, bienes muebles o inmuebles y hasta personas… si personas. Aquellas que los siguen están sujetas a un perenne chantaje en el cual debes adorar al líder sin cuestionarlo en forma alguna o eres descartado y pierdes cualquier tipo de beneficio que dependa del estado o mejor dicho del líder que es más grande y fuerte que el estado mismo.
El control absoluto parece ser el límite de la ambición si es que hay alguno. El país tanto la parte que lo apoya como la que no lo hace ya perdió su capacidad de asombro. El líder tiene todo  y aun quiere más, el poder lo hace cada vez más ambicioso y parece que es un círculo de nunca acabar en el cual mientras mas tengo y controlo mas cosas quiero. Ayer afirmó  que las Fuerzas armadas le pertenecen y aun no comprendo porque causa sorpresa esta afirmación, todos sabemos que todo es de el, el país  es de el, los ciudadanos le pertenecemos. A veces solo lamento que sus padres no hayan cumplido con su función formadora y no le hayan enseñado que en contraposición a la palabra MIO esta la palabra TUYO.

La imagen que ilustra este articulo fue tomada de disfracesdecarnaval.com muchas gracias!!

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