jueves, 16 de febrero de 2012

Tricolor de Esperanza


La vida es un sube y baja. Momentos de alegría y euforia pueden dar paso a momentos de frustración en un pestañear. Sin embargo, siempre que los momentos de satisfacción sean mayoritarios la vida se hace llevadera y siempre tendremos la posibilidad de avanzar en la persecución de nuestras metas personales.
La vida de un país no es diferente a la de cada uno de nosotros, se puede pasar de la máxima felicidad a la peor de las miserias y viceversa en cuestión de horas. No obstante, lo importante como colectivo es mantener la cabeza en alto, esquivar en la manera de lo posible los golpes de la fortuna, sobretodo los golpes bajos y seguir hacia adelante en procura de las metas que nos harán mejores y felices al menos la mayor parte del tiempo.
No había tenido la oportunidad de comentar lo ocurrido el pasado domingo, cuando la oposición venezolana reunida bajo la organización de la Mesa de Unidad Democrática materializo una de las gestas más hermosas de la historia democrática. Una elección primaria abierta a la participación de todos los venezolanos  donde se escogieron candidatos a la presidencia, gobernaciones y alcaldías. Una elección que contó con un apoyo masivo de venezolanos no solo dentro de los límites del país sino  fuera de las fronteras patrias.
3.079.284 votos  iluminaron el rostro de una nación sumida en una crisis absoluta que solo es ignorada por los que ejercen el poder o por aquellos que se están beneficiando personalmente de las posiciones que ocupan. Pero el país… ese país que sufre y trata de sobrellevar las tragedias cotidianas que vive desde el punto de vista de inseguridad, desempleo, desabastecimiento, perdida de poder adquisitivo y hasta de humillación personal por mostrar sus ideas políticas sonrío porque así sea momentáneamente vio una posibilidad de salir de su miseria. El concretar esa posibilidad todavía es algo lejano, hay mucho viaje por delante y lo que viene no será fácil.  El partido gobernante encabezado por el comandante presidente no la pondrá fácil y conociéndolos como los conocemos sabemos que no escatimaran en recursos validos o no para aferrarse al poder.
Pese a todo lo que dijimos, hoy tenemos razones para sonreír y mirar al futuro con optimismo. Capriles dice que “Hay un Camino” y nosotros queremos y tenemos que creerle por que ese camino es la única posibilidad de lograr un cambio en esta forma de vivir. El camino esta iluminado por un tricolor y nunca mas por solo uno de los componentes del mismo, un tricolor de esperanza.


La imagen es cortesia de cnn.com gracias 

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