La
vida es un sube y baja. Momentos de alegría y euforia pueden dar paso a
momentos de frustración en un pestañear. Sin embargo, siempre que los momentos
de satisfacción sean mayoritarios la vida se hace llevadera y siempre tendremos
la posibilidad de avanzar en la persecución de nuestras metas personales.
La
vida de un país no es diferente a la de cada uno de nosotros, se puede pasar de
la máxima felicidad a la peor de las miserias y viceversa en cuestión de horas.
No obstante, lo importante como colectivo es mantener la cabeza en alto,
esquivar en la manera de lo posible los golpes de la fortuna, sobretodo los
golpes bajos y seguir hacia adelante en procura de las metas que nos harán
mejores y felices al menos la mayor parte del tiempo.
No
había tenido la oportunidad de comentar lo ocurrido el pasado domingo, cuando
la oposición venezolana reunida bajo la organización de la Mesa de Unidad Democrática
materializo una de las gestas más hermosas de la historia democrática. Una elección
primaria abierta a la participación de todos los venezolanos donde se escogieron candidatos a la
presidencia, gobernaciones y alcaldías. Una elección que contó con un apoyo
masivo de venezolanos no solo dentro de los límites del país sino fuera
de las fronteras patrias.
3.079.284
votos iluminaron el rostro de una nación
sumida en una crisis absoluta que solo es ignorada por los que ejercen el poder
o por aquellos que se están beneficiando personalmente de las posiciones que
ocupan. Pero el país… ese país que sufre y trata de sobrellevar las tragedias cotidianas
que vive desde el punto de vista de inseguridad, desempleo, desabastecimiento,
perdida de poder adquisitivo y hasta de humillación personal por mostrar sus
ideas políticas sonrío porque así sea momentáneamente vio una posibilidad de
salir de su miseria. El concretar esa posibilidad todavía es algo lejano, hay
mucho viaje por delante y lo que viene no será fácil. El partido gobernante encabezado por el
comandante presidente no la pondrá fácil y conociéndolos como los conocemos
sabemos que no escatimaran en recursos validos o no para aferrarse al poder.
Pese
a todo lo que dijimos, hoy tenemos razones para sonreír y mirar al futuro con
optimismo. Capriles dice que “Hay un Camino” y nosotros queremos y tenemos que
creerle por que ese camino es la única posibilidad de lograr un cambio en esta
forma de vivir. El camino esta iluminado por un tricolor y nunca mas por solo
uno de los componentes del mismo, un tricolor de esperanza.
La imagen es cortesia de cnn.com gracias
La imagen es cortesia de cnn.com gracias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario