No se trata de ninguna fusión entre los miembros de las bandas venezolanas “Desorden Publico” y la hace mucho tiempo fallida “Sentimiento Muerto’. No estamos hablando de un reencuentro entre los duros de la música underground que movía las masas juveniles en los 80s. Estamos hablando simplemente de la ultima baja que ha sufrido la dignidad en nuestro país, porque no se pueden suavizar los epítetos a una persona o a una organización que pone un evento o el desarrollo de una actividad como prioridad aun cuando esta implique mancillar sus valores e incluso la autoridad de la casa de estudios que formo, forma y formara a buena parte de los profesionales que dirigieron, dirigen y dirigirán los destinos de la patria de Bolívar.
Eso es la Universidad Central de Venezuela, el Alma Mater por excelencia del pueblo venezolano en la que por generaciones se han mezclado para prepararse los más humildes, con los más pudientes y los que no están en ninguno de los extremos.
La situación que origina este post comienza por un concierto organizado por la Alcaldía de Caracas dentro de la UCV en el área conocida como “Tierra de Nadie”. Como es del conocimiento general lo que ocurre dentro de las Universidades venezolanas es competencia de las universidades en virtud de autonomía universitaria consagrado en la legislación venezolana. El punto es que los permisos para realizar el concierto de Desorden Publico en la Central debían ser otorgados por la universidad y la Alcaldía por supuesto que tenia derecho de proponer la realización del evento pero tramitando las autorizaciones de rigor ante la autoridad competente en este caso la UCV.
Como el principio de legalidad en Venezuela esta totalmente adherido a la ley del embudo, en el cual el gobierno y sus partidarios hacen los que les da la gana pero los demás no. El Alcalde Capitalino, antiguo presidente imparcialisimo del CNE y como puede verificarse un demócrata y respetuoso del estado de derecho a carta cabal decidió hacer el concierto a la macha. Total no iba a rayarse pidiendo permiso, el es autoridad roja y con eso basta y sobra.
Es precisamente aquí donde Horacio Blanco y demás miembros de la banda de ska venezolana, tenían la responsabilidad como venezolanos que son de demostrarle al Alcalde y al resto de los organizadores del concierto que en Venezuela hay dignidad y que las leyes no están hechas para unos si y para otros no. Sin duda una oportunidad puesta en bandeja de plata, para una agrupación que se jactaba de ser contestataria y de vanguardia, que con muchísima razón decía que en los 80s los políticos estaban paralíticos. Que le paso a Desorden Publico? Será que ahora los paralíticos son ellos y no pudieron reaccionar ante la vulneración no solo de los derechos de la Central y los Ucevistas sino de todo el país.
Horacio Blanco “dio la cara” y señalo que el culpable de todo es el odio entre los dos grupos polarizados que existen en el país. Siempre el culpable es la situación, o un tercero, Horacio como que quiere ser ministro de este gobierno ya aprendió a echarles la culpa a los demás. En su defensa, palabras mas o menos Horacio dijo que el suponía que los permisos estaban otorgados para realizar el concierto y que cuando se entero que no los tenían el mal menor era cantar para evitar un daño mayor. Yo me permito dudar de ese argumento. Horacio Blanco y desorden no tienen 3 días en este negocio, son una agrupación y muy exitosa desde 1985 y han dado innumerables vueltas alrededor de Venezuela y el continente realizando conciertos grandes y pequeños supongo que en el trayecto han lidiado con cualquier tipo de dificultades y con empresarios u organizadores de todo tipo desde serios hasta patanes.
Por eso no creo la postura inocente de que yo pensaba que todo estaba bien hasta 5 minutos antes de montarme en el escenario. De ser así supongo que Desorden Publico no tendría problema en dar un concierto en La Carlota o en La Plaza Bolívar de Caracas de ser contratados para ese fin aunque el gobierno diga que no hay permiso para hacerlo o se atreverían a hacerlo como lo hicieron en la Central desafiando la autoridad del Presidente o del Alcalde capitalino. Honestamente no lo creo Horacio y conste que esto no tiene que ver con ideales políticos, es respetable tener la posición política que sea y si Desorden es seguidor de la revolución rojita esta en su derecho de hacerlo, lo que no tiene derecho a hacer es mancillar la autoridad de la madre del alma de los venezolanos, La Universidad Central de Venezuela y de ninguna otra universidad.
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